El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) han logrado hacer una alianza bajo las circunstancias más difíciles posibles y gracias a un ideario que se sembró en lo más profundo de sus militancias y en la población, en el entendido que solamente unidos serán vencedores.
Contra esta alianza, evidentemente, está el partido de gobierno que utilizará toda la cantidad exorbitante de dinero destinada a publicidad, que le sirve a su vez, para intentar opacar el gran impacto que crea este acuerdo de cara a los comicios del 2024.
Debemos tener la claridad de que no faltará en el escenario uno que otro “pensador independiente” con intenciones de boicotear este esfuerzo maravilloso de Rescate RD, en función de sus intereses personales y en contra de la verdadera situación de emergencia en la que se encuentra el país en manos de este desgobierno que ha desbaratado conquistas ciudadanas que ya eran problemas superados, que tampoco ejecuta pertinentemente el presupuesto estatal por su alta ineficiencia y desconocimiento operativo, ocultándolo con un discurso de ahorro, mientras, la población está incurriendo en deudas para alimentarse, entre una serie de situaciones que nos llevarán próximamente a un mayor decaimiento hasta someternos a circunstancias de pobreza y desequilibrios financieros y económicos no existentes en el pasado reciente.
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El escenario electoral para el 2024 va a necesitar de un esfuerzo ciudadano especial con mayor capacidad de sensatez, en vista de que por primera vez, tenemos una alianza en función a la importancia de la respectiva representatividad de cada plaza electiva y división de los poderes que tiene cada boleta, es decir, que ganar mayor cantidad de representantes municipales y congresuales creará un ambiente más equilibrado y trazará un camino para la boleta presidencial (que va por separada de la alianza), que hoy apunta a una segunda vuelta.
Hay que estar alerta y observando a las figuras que desarrollan esquemas donde su interés personal está muy por encima de los intereses generales de una población, así como también, a mitigar “brotecitos” de personas en los partidos de oposición que se forjen una idea de apelar por escenarios que les favorezca, por encima, de un ideario colectivo que implica riesgos y sacrificios.
Cómo política observo que estamos ante retos históricamente importantes, y creo que en el futuro, esta situación será documentada y estudiada, y no diré más al respecto porque hay que dejarle al tiempo que transcurra sin estar vaticinando más posibilidades que las razones por lo cual el camino hacia el éxito está construido, a pesar de los obstáculos.
¡HOY TENEMOS UNA ALIANZA MUNICIPAL Y CONGRESUAL!, y eso importa. Detrás de cada figura que va por una plaza uninominal, léase alcaldías y senadurías, existe un gran reto de conseguir cohesión y trabajo armonioso para que el mapa de representación electiva derrote al PRM.
Hago un llamado a que quienes encabecen plazas uninominales favorecidas por la alianza, dejen cerrados los espacios para el fomento de chismes, nimiedades, roces y tonterías de carácter personal, sobre todo, provocadas por personas que tienen baja formación política o intereses dudosos que no aportan a la necesidad ciudadana de armonía y un futuro con mejores garantías de desarrollo y sostenibilidad.
El foco es que en el 2024 debemos, con la voluntad ciudadana y de manera democrática, sacar del poder a personas que no tienen ningún tipo de escrúpulos y se valen de las más absurdas bajezas con tal de mantener a este pueblo sometido a sus engaños.
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