Quienes estamos en la política y alguna vez hemos tenido acceso a estudios y encuestas de sentimientos, sobre temas que despiertan interés y ciertas pasiones, sabemos muy bien, que el tema TOP 1 es la Migración Haitiana.
No existe, hasta hoy, un tema que una más a dominicanos y dominicanas que nuestras supuestas relaciones conflictivas con Haití, y digo supuestas, porque el “conflicto” en cuestión, se debe a la alta tasa de personas haitianas que emigran a República Dominicana huyendo de la pobreza extrema e inseguridad que padecen.
Sin embargo, si el problema de la emigración es considerado un conflicto, entonces, nosotros estaríamos en conflicto con Estados Unidos, España, Venezuela y otros países. Me explico, conflictos reales tienen Rusia y Ucrania, Israel y Palestina.
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Obviamente, es un problema grande que nuestro país vecino tenga tanta pobreza, que sea un Estado fallido con bandas poderosas de delincuentes bien armadas que provocan frecuentes revueltas, terminando con la vida de sus conciudadanos, quienes no cuentan con un sistema mínimo de salud, cobertura educativa, agua, etc.
Detrás de las situaciones migratorias, existe siempre mucha ambivalencia e hipocresía, porque, sin duda, hay grupos económicos que se lucran de esta realidad (aquí y en todas partes). Lo más interesante, es observar cómo culturalmente hemos logrado que el heroísmo y el anti-haitianismo sean sinónimos. Lo que resulta algo “atractivo” para quienes ejecutan políticas populistas e irresponsables, porque es una muletilla medíatica que funciona.
Entonces, ¿Qué mejor estrategia que la de crear un “conflicto” con Haití para cambiar el tema radicalmente? Especialmente en época electoral, con un gobierno que no tiene ningún cambio positivo que exhibir, ya que no ha podido ni siquiera mantener funcionando bien lo que ya se operaba de manera sistemática como el Pasaporte, el Metro, el 911, etc..
Casualmente desde que llegó el Gobierno del PRM estamos como el cuento de “ahí viene el lobo” respecto a Haití; jugando con las pasiones que impiden un buen razonamiento de gente que está crispada y asustada. Y si observamos bien, este tema surge cada vez que se destapan problemas graves, en este caso, los libros de educación, entre otros.
Pero decía Abraham Lincoln que “no se puede engañar a todos todo el tiempo”, y esta vez son más quienes están reaccionando con sensatez ante esta bola de humo respecto al canal de riego del lado haitiano del río Masacre, tema que vine gestándose desde el 2021 con la anuencia de ambos países, a espaldas de la opinión pública y según el documento técnico del Ministerio de Medio Ambiente que se ha hecho público recientemente con fecha del 26 de mayo del 2021, el cual, recomienda una serie de medidas para que ambos países se beneficien, que visiblemente, no fueron tomadas en cuenta, es decir, que han ignorado el levantamiento que hizo el personal especializado del propio Gobierno. ¡Cuanta irresponsabilidad!
Y mientras pasa el dichoso “conflicto ficticio” mandamos tropas y cerramos la frontera, el Presidente del país se fue a Cuba y el jefe de la Armada estaba en Londres. Obvio, quien sabe muy bien lo que se mueve y cómo funciona el ABM (Allante, Bulto y Movimiento), no tiene por qué cambiar su agenda.
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