A todas luces el partido de gobierno apuesta a una gran abstención para las elecciones del 19 de mayo, como garantía de ganar las elecciones del 2024, mientras una gran parte de la población sufre las grandes consecuencias de la malas políticas públicas y el alto costo de la vida.
Se me aprieta el corazón cuando escucho testimonios de personas, en plena ciudad Capital, que tienen mucho sin ir al supermercado porque viven cheleando en el colmado sólo lo que van a ingerir cada día.
Se han inventado la guerra perceptual y mediática como la gran arma en contra del hambre, el retroceso en la educación, la mala gestión de los servicios ciudadanos y la falta de inversión en la salud..
Han llegado cambiando “el qué vamos a hacer” por “el qué vamos a decir que hacemos” y en eso se le han ido los cuatro años, sin ejecutar políticas públicas a favor de las mayorías, más bien, en buscar una narrativa y un culpable anterior o internacional respecto a todos los problemas.
Pudimos contemplar al presidente Abinader decir frescamente en el debate presidencial de ANJE, que había entregado unos politécnicos que ni siquiera se han licitado, es decir, que no existen, sin que le tiemble el pulso. Pero la narrativa pública es agradecerle por asistir al debate.
Todo se resuelve con mucha, pero mucha publicidad, más aún, cuando se destapan situaciones escandalosas en contra del Gobierno, porque se activan las relaciones públicas y casualmente aparecen conflictos tontos entre influencers, que se convierten en una problemática nacional.
La débil cultura democrática en República Dominicana que va en decadencia, según nos indican los datos de Latinobarómetro, en vez de causar preocupación, quienes nos gobiernan le sacan provecho, por tales motivos son autores de leyes como la que forma la nueva Dirección Nacional de Investigaciones y la “Ley Mordaza” que está nuevamente en revisión, todas en detrimento de garantías y libertades de expresión y prensa.
El apagón informativo que existe, ayuda a que no se refleje la realidad de la calle en los medios, salvo algunos escándalos que luego son mermados por la inversión en el faranduleo, ya mencionada, a manos del Estado para capitaliza la atención de la audiencia.
Quizás será pura casualidad que los ataques cibernéticos están a la orden del día; batallones de bots y cuentas falsas reportando como “inapropiados” los anuncios y publicaciones de los opositores como parte de la campaña política, haciendo que nuestras cuentas en las plataformas digitales se vean afectadas, como también, el hackeo de sitios web, entre otros.
Cada período de elecciones es una nueva oportunidad, en esta ocasión, gracias a una alianza tricéfala, pues la principal apuesta es una segunda vuelta para las elecciones presidenciales, que sin lugar a dudas, las condiciones están dadas, por eso el partido oficialista ha dirigido todos sus esfuerzos para desanimar a la población a votar, dando la percepción de falta de alternativas.